SALVADOS POR CRISTO!, PERO AMIGOS DEL MUNDO
“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” Santiago 4:4 ¡Cuando recibí a Cristo en mi corazón, estaba muy feliz, lleno de gozo, saltaba de alegría!; comencé a disfrutar de la bendición de tener al Espíritu Santo en mi corazón y mi vida comenzó a cambiar en muchos aspectos, valores y amigos; dejé de rezar, comencé a orar y a fortalecer mi comunión con Dios día a día. Lo que yo no entendía era que, desde el momento en que recibí el perdón de pecados por medio de Jesucristo, también estaba aceptando una lucha continua contra tres sigilosos y crueles enemigos: la carne, el mundo y el diablo. En nuestro texto de esta reflexión, se menciona uno de estos enemigos: el mundo, el cual significa el sistema social en el que vivimos, cuyos valores están basados en el orgullo, la ambición, el egoísmo, la codicia y los placeres pecaminosos. Por eso, La Biblia nos dice: “No