¡SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS!

 

 

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” Hebreos 11:6 

 

Hoy en día, existen en las iglesias los “evangélicos no creyentes”; estas personas, son las que seleccionan el conocimiento de Dios en el cual creer; ¡qué difícil ha de ser para ellos vivir su cristianismo con una fe selectiva!; conocen La Palabra de Dios, pero, la filtran para ver si les conviene o no, para así, no alterar el estilo de vida que ellos llevan, ¡no es que les cueste creer! 

 

El apóstol Tomás dijo: “Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”;  Tomás era mucho más creyente que los “evangélicos no creyentes”, porque a él, con una evidencia le bastaba, sin embargo, estos “evangélicos no creyentes” aunque metieran su dedo en el lugar de los clavos, no van a creer, pues piensan que de la manera que ellos hacen las cosas es como debe de hacerse y no como dice La Biblia; haciéndose “más sabios que Dios”. ¡Sus vidas jamás van a agradar a Dios y siempre serán infructuosos!, ¡la gracia de Dios no se manifestará en ellos y vivirán lejos de Su voluntad, aunque estén cerca de la iglesia! 

 

¿Cómo podemos agradar a Dios según este versículo? Solamente por medio de la fe; no estamos hablando de cómo te vistes, o cuántos años de cristiano tienes, sino, de que creas y hagas lo que dice La Biblia. 

¿Qué es la fe? ¿Cómo se define? “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1); podemos ver en esta definición que, un ciego puede tener fe porque no es necesario ver para creer. Por otro lado, es necesario complementar esta definición a la luz de Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. Ahora, si ya completamos la definición, podría parecer que la primera, tiene que ver con el futuro, ya que es la certeza de lo que se espera, pero, esto ha dado lugar a malas interpretaciones, pues tú puedes tener o generar en tu corazón la certeza de que algo va a suceder, pero, esto se llama “autosugestión”, la cual, según la psicología, se puede conseguir mediante autoafirmaciones constantes y repetitivas; esto, traducido al ambiente cristiano, sería el equivalente a decir: “decláralo o decrétalo” y después de decir repetidamente el deseo personal, terminas por tener una convicción y una persuasión de lo que quieres y crees que pronto sucederá. Independientemente de que se dé o no se dé el cumplimiento de tu deseo, esta práctica está muy alejada de lo que La Biblia nos enseña de la fe, pues está basada en una autosugestión y la fe genuina está basada en La Palabra de Dios, no en lo que tú declaras, sino, en lo que Dios ya ha declarado en Su Palabra.  

Por otro lado, la fe no sólo tiene que ver con eventos que sucederán en el futuro, sino también, la fe tiene que ver con el pasado, “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” Hebreos 11:3. La Palabra de Dios que no se veía, hizo lo que se ve, así como lo describe el libro de Génesis, que Dios ordenaba con Su Palabra y luego las cosas visibles aparecían, de manera que, a Dios no le agrada que sigas pensando en los cavernícolas como semi animales sin habla, quienes para conseguir pareja, golpeaban a la mujer y se la llevaban arrastrada del pelo hacia su cueva; la situación fue totalmente diferente. ¡La fe también se aplica hacia el pasado, creyendo lo que Dios ha dicho!  

Cuando nosotros decidimos creer otra cosa que no sea lo que Dios ha dicho, nos desviamos de Su voluntad y no lo agradamos a Él, “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” Hebreos 3:12, ¡cuídate de no creerte más a ti mismo que a Dios para guiar tu vida! 

1. LO QUE EL HOMBRE LOGRA CUANDO CREE EN DIOS: 

Por la fe, Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían; con temor preparó el arca en que su casa se salvase. 

Por la fe, Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia y salió sin saber a dónde iba. 

Por la fe, habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa. 

Por la fe, también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel Quien Lo había prometido. 

Por la fe, Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 

Por la fe, bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. 

Por la fe, Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón. 

Por la fe, José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel y dio mandamiento acerca de sus huesos. 

Por la fe, Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso y no temieron al decreto del rey. 

Por la fe, Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón. 

Por la fe, dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. 

Por la fe, celebró La Pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos. 

Por la fe, pasaron el Mar Rojo como por tierra seca, e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados. 

Por la fe, cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. 

Por la fe, Rahab la ramera, no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz. 

Y el autor de Hebreos dice que, el tiempo le faltaría contándonos de las demás personas y lo que ellas hicieron por la fe, también podríamos sumarle lo que hicieron los apóstoles “por la fe”. Sin embargo, creo que el capítulo 11 de Hebreos no ha terminado, porque nosotros podemos continuar con la lista de personajes que alcanzaron bendiciones y ser agradables a Dios por medio de la fe. 

 

1. LO QUE NOSOTROS PODEMOS LLEGAR A HACER POR LA FE: ¡Por la fe puedes ordenar tu hogar y acoplarlo al esquema bíblico!; el hombre teniendo temor de Dios, amando a su esposa y honrándola; las mujeres teniendo temor de Dios, sujetándose a su esposo y respetándolo; y los hijos, teniendo temor de Dios, obedeciendo a sus padres y honrándolos. Cada uno, por fe debe ubicarse en el lugar que le corresponde y así, tendremos hogares que glorifiquen a Dios, hogares ejemplares y dignos de reproducir.  

 

¡Por la fe, dejar los malos hábitos que están en contra de tu nueva naturaleza!, que contristan y apagan al Espíritu Santo de Dios que está en tu corazón. ¡Por la fe, puedes hacer una lista de peticiones de oración para que la voluntad de Dios sea hecha en tu vida!, en la vida de tu familia y otras personas. ¡Por la fe, puedes obtener el esposo o la esposa con la que harás la voluntad de Dios y disfrutarás tu vida!; ¡por la fe, puedes aferrarte a los principios bíblicos que harán cambiar tu carácter y ser agradables a Dios!, como dice Hebreos, por la fe podemos llegar a tener un testimonio agradable a Dios.  

 

¡Mucho podemos alcanzar por medio de la fe!, ¡no permitas que las cosas del pasado limiten tu fe!; hay cosas que nunca han pasado en tu vida, pero, eso no significa que no puede llegar a pasar, así como la venida de nuestro Señor Jesucristo, que nunca ha pasado, pero, seguro que pasará.  

 

¡Cuando es la voluntad de Dios, no hay recurso que lo limite, puedes hacer cosas grandes para Dios!, Santiago dice: “…Pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís” Santiago 4:4.  

 

¡Recuerda que sin fe es imposible agradar a Dios! 

¿Qué te está guiando Dios a hacer por fe? Si Dios te lo pide, recuerda que no tienes límites, y Él te dará los recursos para que realices Su proyecto.  

 

¡Por fe, tu vida puede ser transformada y ser agradable a Dios! 

Pastor Nelson Reynaldo Pérez 

Director Gral. Cinco E Internacional

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