NUESTRO PADRE ES UN DIOS PROVEEDOR
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mateo 7:11
¡Hoy en día, es muy común encontrarnos con la discusión de quién es el proveedor de la casa!; unos dicen que, el hombre es el designado por Dios como proveedor del hogar y para cubrir todas las necesidades de su esposa e hijos, y que el hombre que logra esta meta, es un excelente padre; sin embargo, hay otros que dicen que no sólo el hombre es el proveedor, sino también la mujer, ya que ésta no puede ser relegada únicamente a las labores del hogar.
Estas posiciones han llevado a grandes discusiones, inclusive, algunos llegaron a pensar que la mujer que trabaja está pecando, pero, ¿cómo podemos resolver este problema?
¡Acá, lo importante no es lo que el hombre diga, sino, lo que Dios establece en Su Palabra! La Biblia dice que, el proveedor de la familia no es la mujer, ni tampoco el hombre, sino Dios; ¡Él es Jehová-Jireh, Él es nuestro proveedor! y que la tarea del hombre y la mujer es clamar a Dios para que sea Él quien provee las oportunidades y las fuentes para suplir las necesidades del hogar.
1. NUESTRO PADRE NOS HA PROVISTO DE LO MÁS IMPORTANTE EN LA VIDA, QUE ES LA SALVACIÓN. La primera vez que se menciona la expresión Jehová-Jireh en La Biblia, es cuando Dios prueba a Abraham, pidiendo que sacrifique a su hijo. Abraham llevó el cuchillo y la leña, pero no llevaba el cordero, por eso, su hijo Isaac le pregunta: “Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos” (Génesis 22:7-8).
En el corazón y la mente de Abraham estaba la idea que Dios proveería ese cordero, y cuando están ya en el lugar del sacrificio, “Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto” (Génesis 22:13-14), de manera que, la primera vez que se menciona Jehová-jireh, está relacionada con la provisión que Dios da para nuestra salvación, y la pregunta de su hijo Isaac, ¿dónde está el cordero?, la respondería Juan el Bautista cuando dijo: “…He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).
Todo hombre, por su naturaleza caída, necesita de la salvación de su alma por medio del perdón de pecados que Cristo alcanzó en la cruz; lo único que debe hacer es creer en Cristo y clamar por Su perdón; ¡la clave para recibir a Cristo y ser salvo, es la oración!; que tú hables con Dios y Él te hará uno de Sus hijos. Si tú eres una criatura de Dios, pero no eres hijo de Dios, te invito para que platiques con Él y le pidas que te dé el perdón de pecado y la vida eterna ¡Él está listo para escuchar tu oración!
2. NUESTRO PADRE NOS HA DEJADO GRANDES EJEMPLOS DE PROVISIÓN. Nuevamente, ¡la clave es la oración! Dios le proveyó a Adán una ayuda idónea, porque no era bueno que estuviera sólo. También proveyó a Moisés protección en su niñez, para que no lo matara faraón; asimismo, Dios proveyó a José llevándolo paso a paso para llegar a ser el segundo en Egipto y así, salvar al pueblo de Israel. Tal como proveyó a David matando leones y osos, preparándolo para que después derrotara Goliat y darle victoria al pueblo, también proveyó alimento a Elías en el arroyo y en la casa de la viuda; le proveyó a María suficientes recursos por medio de los magos para cubrir sus necesidades y financiar el viaje a Egipto, para proteger a Jesús. Dios pone personas generosas para llenar las necesidades de sus hijos, y Dios provee aquello que más el hombre desea, “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová” (Proverbios 22:4).
¡Dios es nuestro proveedor!, y nos ha dado muchos ejemplos para dejar sentada Su disposición, para proveer a nuestras necesidades cuando nosotros le buscamos a Él. Recuerda lo que dice el Salmo 23:1: “Jehová es mi pastor; nada me faltará”, ¡déjate pastorear por Dios y Él te proveerá de todo lo que necesites cuando le clames!
3. NUESTRO PADRE NOS PROVEE DE TODO LO QUE NECESITAMOS. ¡La clave es la oración!; bien dice Santiago 4:2 “…pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís”. Dios no es el genio de la lámpara de Aladino, a quien le puedes pedir lo que quieras, sino, La Biblia nos enseña que nuestras oraciones deben de estar en armonía con Su voluntad, para que veas la respuesta de Dios; “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago 4:3). La instrucción que nos ha dado Dios para proveernos es: “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4).
¡En los momentos de dificultad económica, física y emocional, es cuando se pone a prueba nuestra fe!, teniendo la confianza de que Él nos ama y que, como nuestro Padre, no nos va a dejar desamparados y no va a permitir que la prueba llegue más allá de lo que podamos soportar.
¡Mantén tu confianza firme en Dios, porque Él sabe dar buenas dádivas a Sus hijos!, mucho más que cualquier buen padre acá en la tierra. La provisión de Dios pronto vendrá, recuerda, ¡la clave es la oración!
En tu angustia, en tu necesidad, tu Padre Te dice: “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo”. Si un amigo tuyo que tiene muchos recursos te dijera esto, de seguro tu aflicción se disiparía, pero, Dios es tu Padre que te ama y tiene todos los recursos que te puedas imaginar; así que, clama a Dios y echa fuera la preocupación; que la paz de Dios llene tu corazón, porque pronto Él se presentará para proveerte de todo lo que necesites en tu carencia.
¡Él ya viene trabajando desde hace años para llenar tu necesidad!, “…vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis” (Mateo 6:8).
Pastor Nelson Reynaldo Pérez
Director Gral. Cinco E Internacional
www.cincoe.org
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