LA COMODIDAD Y EL SEGUIR A JESÚS NO SON COMPATIBLES
“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” Lucas 9:23
Los cristianos que están creciendo espiritualmente, son los que saben que, asistir a la iglesia no es un objetivo en sí, sino, solamente un medio para aprender más de Dios y tener comunión con el cuerpo de Cristo; su objetivo es seguir a Jesús. Sin embargo, para seguir a Jesús, se requiere estar dispuesto a pagar un costo y es acá donde muchos pierden el interés, ya no siguen las pisadas de su Salvador y prefieren adoptar el objetivo de asistir a la iglesia, porque seguirle a Él no es fácil; pero, para los que realmente aman a Jesús y están agradecidos por todo lo que Él ha hecho en sus vidas, con gran gozo en su corazón Le siguen y ningún costo o sufrimiento les hará desistir de alcanzar tan precioso objetivo, porque saben que las recompensas son maravillosas y perduran para vida eterna.
¿Eres un asistente o un seguidor de Jesús?, esta pregunta es fácil de contestar, no por lo que haces, sino, por lo que eres, pues si estás siguiendo a Jesús, debes demostrar un crecimiento espiritual y una vida transformada por Dios.
Para aprender lo que Dios nos enseña sobre esta maravillosa invitación a seguir a Jesús, analicemos frase por frase nuestro texto de estudio.
Pero, ¿qué es seguir a Jesús?, Jesucristo vino a cumplir Su labor de salvación y también Se dedicó a formar discípulos a quienes les comisionó que hicieran discípulos. La palabra discípulo significa aprendiz o seguidor, de manera que, seguir a Jesús, es ser discípulo de Él.
“Y decía a todos”. Esta frase, nos enseña la naturaleza del llamado de Jesús, que es universal; es decir, es la invitación que hacía a judíos y griegos, a todas las personas, hombres, mujeres y niños; todos estaban invitados a seguir a Jesús. También hay que notar que esta invitación no es posterior a la conversión, sino, es la invitación misma que nosotros hemos recibido, no fuimos invitados a ser salvos o a convertirnos, sino, a seguir a Jesús, para convertirnos en verdaderos discípulos de Jesús.
“Si alguno quiere”. ¡Esta expresión realmente me impresiona!, porque siendo Dios, Él respeta tu libre albedrío, el cual, significa que, el ser humano tiene libertad tanto para hacer el bien, como para hacer el mal. Esto, desde luego, tiene sus implicaciones éticas y morales, pues la persona que actúa según su libre albedrío, es también responsable de sus acciones, para bien o para mal; así que, tú serás el responsable de tu propio destino, no puedes echar la culpa a tus padres, ni a tu esposo o esposa, sólo tú eres el forjador de tu propio futuro.
De ti depende ser una persona transformada por Dios y que Él te abra nuevos caminos para alcanzar grandes victorias en tu vida, o por el contrario, seguir siendo el mismo y vivir tu vida sin la manifestación del poder de Dios, únicamente dirigido bajo las miserias de tu vieja naturaleza.
“Venir en pos de mí”. Ser discípulo de Jesús es estar consciente que, a quien estás siguiendo es a Jesús y no a otra persona; es precisamente acá donde muchos cristianos fallan, porque inician bien, pero, terminan quitando la vista de Jesús y poniéndola en un hombre, en un pastor, en un líder, o en un amigo; éstos, pueden darte un mal ejemplo, es decir, que puedes llegar a descubrir sus pecados y se vuelvan una piedra de tropiezo en tu vida espiritual, y que tu amor por Dios sea disminuido o hasta que llegues a considerar apartarte de la fe. ¡Las debilidades de otros no deben de afectar tu fortaleza en Cristo!
“Niéguese a sí mismo”. Negarse a sí mismo es renunciar voluntariamente a nuestra autosuficiencia, es reconocer que no somos dueños de nosotros mismos, sino, que estamos bajo el señorío de Jesucristo. Es reconocer que nuestra naturaleza pecaminosa se interpone por medio de nuestros deseos personales y nuestros apetitos carnales para que los complazcamos, y éstos, nos apartan de hacer la voluntad de Dios. Eso es lo que nos dice el texto: “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará” Lucas 9:24.
“Tome su cruz cada día”. La cruz era un símbolo de sufrimiento y muerte, muchos dicen que ser cristiano es fácil porque la salvación es gratis y no nos costó nada, pero, recuerda que nosotros no hemos sido llamados a ser salvos, sino a ser discípulos y esto sí requiere que paguemos un costo, que suframos, que muramos a nosotros mismos y que nos abandonemos en las manos de Dios.
¡Por seguir a Cristo obtenemos la salvación y la vida eterna!, ¡una limpieza de nuestro corazón, dándonos una vida llena de gozo y paz!; al dejar los vicios y placeres nos alejamos de la disolución y Dios bendice nuestra vida con sabiduría y temor reverente que nos dirigen en las encrucijadas y oportunidades que se nos presentan en nuestro caminar diario. Cuando las decisiones son agradables a Dios, todo se va ordenando en nuestro alrededor y nos da armonía y bienestar familiar permitiéndonos dejar un gran legado a nuestros hijos.
¡Seguir a Jesús, es la mejor estrategia de vida que un hombre puede tener!, si no eres un seguidor fiel de Jesús, te animo a que consideres seguirlo y convertirte en un discípulo de Él, a partir de hoy.
Pastor Nelson Reynaldo Pérez
Director Gral. Cinco E Internacional
www.cincoe.org
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