LA OBRA DE CRISTO Y EL DAR CUENTAS A DIOS


 

De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” Romanos 14:12 

 

Algunas personas, especialmente líderes, usan la expresión “dar cuentas a Dios” para su beneficio personal, haciendo creer a los demás que estarán presentes un día delante de Dios para dar explicaciones de sus decisiones como líderes, y que allí, se les demandará para bien o para mal las decisiones que haya tomado acá en la tierra.  Esto, les permite hacer a un lado las demás opiniones y dejarlos libres para implementar aquello que ellos piensan que es correcto.  

 

Otros, usan ese “supuesto evento” para atemorizar a los cristianos; como advirtiéndoles para que piensen bien lo que hacen y conseguir así, que vivan una vida santa. Aunque en este último caso el objetivo es bueno, la verdad es que, ¡dicho evento nunca existirá!, porque no es parte del plan de Dios para el futuro y porque es una verdadera blasfemia para la obra que Cristo hizo en la cruz.  

 

Veamos lo que dice La Palabra de Dios al respecto: 

 

I. NO EXISTE UN EVENTO DONDE NOSOTROS SEREMOS CONFRONTADOS POR DIOS, POR NUESTROS PECADOS, DEBILIDADES, FALTAS O MALAS DECISIONES QUE TOMAMOS ACÁ EN LA TIERRA. 

¡He buscado en toda La Biblia un evento como este en el calendario de Dios, y no existe! Sin embargo, hay algunos pasajes del Nuevo Testamento que podrían sugerir que esto es cierto, por ejemplo: 

 

De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Romanos 14:12); pero, cuando leemos en el versículo 10: Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”, nos damos cuenta que se refiere al Tribunal de Cristo. Este Tribunal tiene que ver con recompensas que los cristianos recibirán por su fidelidad a Dios en la tierra, es muy similar a la premiación de los atletas. 

 

Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos”. (Mateo 18:23); esta parábola habla del perdón, y al final, El Señor Jesucristo termina diciendo: Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” (Mateo 18:35), de manera que, no la podemos sacar de su contexto. 

 

La parábola de los talentos: “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos” (Mateo 25:14-15). Los talentos a los que se refiere la parábola eran parte del sistema de medidas de peso de los israelitas, equivalía a 34 kilos de hoy, y si el talento era de oro, serían casi 40 millones de pesos mexicanos; es decir, 2 millones de dólares americanos aproximadamente según el precio actual del oro. De manera que, no se refiere a los dones o habilidades que Dios nos ha dado; además, esta parábola no tiene nada que ver con la iglesia, pues está en su contexto refiriéndose a La Tribulación; los capítulos 24 y 25 del libro de Mateo, son exclusivamente para describir lo que pasará en La Tribulación y no podemos sacar esta parábola de su contexto. Esta parábola la uso Jesús para enseñar a los de La Tribulación la responsabilidad de recibir el mensaje del Evangelio, y que como resultado, al final de La Tribulación les dirá: “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” y si fueron fieles como creyentes de Cristo entrarán en el gozo del Señor, refiriéndose al Milenio; así que, no podemos sacar esta parábola de su contexto y enseñarla como si fuera para la iglesia, y mucho menos, usarla para justificar el hecho de que un día estaremos delante de Dios dando cuentas de cómo los usamos o si los enterramos. ¡Es muy bonita aplicación, pero está fuera de contexto y por ello, es usar mal La Palabra de Dios! 

 

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso” (Hebreos 13:17). En este pasaje de Hebreos, la expresión “como quienes han de dar cuenta”, tiene una implicación terrenal; es decir, dar cuenta en oración delante de Dios, dar cuenta delante de la Iglesia o los demás, y es triste cuando un pastor tiene que emitir opinión a otro, de uno de sus miembros, quejándose de él por la decadencia de su conducta espiritual. La Biblia no enseña que un hombre tenga que dar cuentas de otro allá en el cielo. A veces este pasaje lo usan los líderes para provocar miedo a los hermanos y coaccionarlos a obedecer y dicen: “yo voy a dar cuentas de ti delante de Dios, es mejor que me obedezcas”; ¡El que un cristiano tenga que dar cuentas en el cielo es una falsa doctrina que se nos ha filtrado en las iglesias! 

 

II. CREER QUE UN DÍA ESTARÉ DANDO CUENTAS A DIOS DE MIS FALTAS, ES UNA BLASFEMIA CONTRA LA OBRA DE CRISTO.  

¡La obra de Cristo fue perfecta!, si yo aún tengo que ir al cielo para ser evaluado por mis faltas, estoy diciendo que la obra que Cristo hizo en la cruz no fue completa, que Su sangre derramada no cubrió todos mis pecados; esto es una ofensa para El Padre por haber aceptado ese sacrificio, y para Cristo, por haber hecho algo incompleto, pues de esa manera, todavía es necesario que nosotros vayamos a “ajustar cuentas”. Recordemos que, ¡toda la deuda fue pagada!; ¡la sangre de Jesucristo nos limpió de todo pecado y nos ha hecho perfectos delante de Dios! 

Además, creer que un día estaremos delante de Dios ajustando cuentas, es creer que Dios es mentiroso, porque Él dijo: 

 

  • Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías 43:25). 
  • “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones” (Hebreos 10:17). 
  • “…Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades” (Hebreos 8:12). 
  • “…porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado” (Jeremías 31:34). 

 

Ahora bien, si Dios dijo que no se acordaría de nuestros pecados, entonces ¿por qué los vuelve a recordar para pedirme cuentas? Esta forma de enseñanza es muy dañina y es abominación delante de Dios. Cuando Dios habla en el libro de Hebreos capítulo 11, se refiere a tanta gente y no recuerda sus pecados, sino los ve limpios, ¡porque la obra que Jesucristo hizo en la cruz fue completa y perfecta!, que nos perdonó nuestros pecados y Dios ya no se acuerda de nuestras rebeliones. 

 

III. SÓLO LOS NO CREYENTES DARÁN CUENTA EN EL JUICIO DEL GRAN TRONO BLANCO 

El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Juan 12:48). ¡Todas las personas que rechazaron a Cristo serán juzgadas en este juicio!, Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15). Solamente los que rechazaron a Cristo son lanzados al lago de fuego, el juicio del Gran Trono Blanco no es un juicio para decretar condenación, pues todos los que se presenten ahí delante de Dios, como el juez, ya son condenados por haber rechazado a Jesús como Salvador de sus vidas, pero Dios es justo y no condenará a nadie sin que antes la persona reconozca por sí mismo su culpabilidad. Por eso, serán abiertos los libros y los muertos serán juzgados según sus obras (Apocalipsis 20:12). 

 

Debes de vivir la vida cristiana siendo fiel a Dios, manteniendo integridad en tu proceder, pues cuando te presentes al Tribunal de Cristo, serás recompensado, Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” (Hebreos 6:10). 

 

¡Tu fidelidad en la tierra traerá lindas consecuencias para vida eterna! 

Pastor Nelson Reynaldo Pérez

Director Gral. Cinco E Internacional 

www.cincoe.org




 

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