JESÚS ES NUESTRA ROCA

 

“Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
 Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos” Salmo 40:1-2 

 

A veces pasamos por pruebas muy difíciles o nos metemos en problemas por malas decisiones, las cuales, nos ponen en situaciones de gran angustia y por más que le buscamos una solución, no la encontramos.  Es en esos momentos cuando podemos alzar nuestros ojos, encontrar una verdadera solución y eliminar las causas que nos llevaron a experimentar ese problema.  

 

En este Salmo, David nos describe una situación muy difícil en su vida y cómo Dios lo libró de lo que él le llama “el pozo de la desesperación”. Así como Dios libró a David, este salmo puede ser de mucha bendición para nuestras vidas, aprendiendo de cómo salir de una situación que, aparentemente no tiene salida.  

 

¡Veamos qué hizo David! 

 

Primeramente, David nos describe su condición: “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor, Y me hizo sacar del pozo de la desesperación” (Salmos 40:1-2A).  David era un hombre de muchos recursos literarios; en este Salmo él describe su condición por medio de una figura, “UN POZO”; pero no cualquier pozo, sino que le llama “el pozo de la desesperación”, y con esta figura nos describe cómo se siente. En un pozo no hay luz; dependiendo de la profundidad, el oxígeno es poco y cuesta respirar, es un lugar húmedo, tanto así, que dice que estaba en el lodo cenagoso; este tipo de lodo es tan pegajoso, que cuando uno levanta el pie, se forma un vacío y no permite el movimiento; estaba sólo; la soledad es muy dañina y causa múltiples consecuencias negativas, tanto físicas como emocionales, en un pozo se siente encierro.  

 

David dice que estaba desesperado; a veces, la desesperación proviene de buscar respuestas al problema, queriendo salir del “pozo”, pero sin encontrar ninguna solución satisfactoria, y eso es lo que realmente sucede cuando intentamos salir por nuestros propios medios, buscando alguna herramienta que nos pueda servir, una cuerda, un palo, una escalera; pero, todo es en vano y no se logra resolver, esto es lo que provoca desesperación. 

 

De esta manera David está representando su condición EMOCIONAL Y ESPIRITUAL. No es raro encontrar a una persona sumergida en “el pozo de la desesperación”; quienes han caído en el pecado por engaños satánicos, no saben cómo salirse y en su desesperación, buscan salidas equivocadas, como cubrir el pecado con mentiras, “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Proverbios 28:13). Hay personas que quieren cubrir su pecado con el aborto, dice La Biblia “no prosperará”; algunos, evaden el problema y se van a las drogas, “no prosperara”; otros prefieren devolver mal por mal, si su esposo fue infiel piensan “pues yo también”; mujeres que han sido violadas que deciden vengarse con todos los hombres que se les acerque, lejos de resolver su problema, se asocian con personas que comparten los mismos intereses y se echan a perder aún más, o quieren resolverlo con dinero, con amigos, cambiando de lugar, pero nada de esto resulta y se dan cuenta que su verdadero problema sigue presente, hasta que llegan a reconocer que, ¡sólo Dios con nosotros!; cuando ya todo falló, buscamos a Dios. 

 

David, no se había dado por vencido, él sigue luchando para vencer su pecado; ¡esta es una hermosa característica, no darse por vencido!, pero hay quienes pierden sus fuerzas para seguir luchando y se entregan por completo al pecado, como dice el siguiente texto: “Guarda tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas dijiste: No hay remedio en ninguna manera, porque a extraños he amado, y tras ellos he de ir” (Jeremías 2:25); sí, esto es una realidad, hay personas que se rinden en los brazos del pecado, “ya perdí la virginidad, ahora voy a seguir practicando”; “ya tomé la primera vez, pues voy a seguir tomando”; “ya inicié en las drogas, seguiré adelante”.  

 

¡El hecho de haber caído en el pecado no significa que debes seguir en él!; ¡no nos dejemos vencer!, debemos luchar como David. La Palabra de Dios nos dice: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal” (Proverbios 24:16). 

 

¿Cómo es que David logró salir del pozo de la desesperación? Bueno, el Salmo dice que David hizo dos cosas: 

 

A.      CLAMÓ A DIOS. “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor” (Salmos 40:1). Es muy interesante observar en esta figura del pozo, que la única salida está arriba, la única manera de salir de nuestros problemas es ver hacia “arriba” y clamar lo más fuerte que puedas. ¡David pidió auxilio al Dios de los cielos, al Rey de reyes, al Dios Todopoderoso!; no hay nada que sea imposible para Dios, Él nos puede socorrer en cualquier problema cuando le buscamos con un corazón sincero y lleno de fe. La oración es la clave inicial para resolver tu problema, cualquiera que sea; ¡clama a Dios, pide a otros que te apoyen en oración! 

 

B.      ESPERÓ PACIENTEMENTE. “Pacientemente esperé a Jehová” (Salmo 40:1). Paradójicamente, él estaba en desesperación, porque el resultado de luchar independiente de Dios es desesperación y el resultado de depender en Él es la paciencia; es decir, perseverar en la respuesta divina aun cuando parezca que nada ha cambiado. De repente tu día oscuro se aclarará y la solución de Dios se hará presente; una gran paz inundará tu corazón. Una clave para saber si realmente vas por el camino correcto, es si estás esperando pacientemente o estás bajo desesperación, porque ambas cosas son excluyentes. Existe una frase popular que dice: “El que espera desespera” pero, esto no es real, porque nuestra esperanza es cien por ciento veraz, y si realmente estamos esperando con fe, no desesperaremos, sino tendremos paz en nuestro corazón porque vemos la respuesta como realizada. 

 

Veamos cómo fue la respuesta que Dios le dio a David por esperar con fe: 

 

Dios contesta su oración a David. “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos, Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová” (Salmos 40:1-3). ¡Qué maravillosa respuesta que Dios ofreció a David!; a veces, Dios nos da respuestas mejores de lo que nosotros le hemos pedido. 

 

1.        LO LIBRÓ, dice que Dios se inclinó a él, pero ¿cómo es esto?, por supuesto que no se refiere a que Dios se inclinó corporalmente delante de David, claro que no; lo que sucede es que para saber quién está abajo del pozo, hay que inclinarse para ver; y oyó su clamor, y extendió su mano para sacarlo del pozo de la desesperación. 

 

2.        LO AFIRMÓ, “puso sus pies sobre la peña”; ¡esto es interesante y maravilloso!, porque en La Biblia, la Peña o Roca se refiere a Jesucristo, hablando de volver a fortalecer su comunión con Dios, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo” (1 Corintios 10:4). 

 

3.       ENDEREZÓ SUS PASOS; dando a entender que aquella causa que lo llevó a caer en el pozo de la desesperación, desapareció por medio de La Palabra de Dios Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5-6), esto es el resultado de un verdadero arrepentimiento, que trae cambios significativos a nuestra vida y como resultado de estos cambios, “puso en su boca cántico nuevo…” (Salmo 40:3).  

 

¡Tanto gozo hay en nuestro corazón por ver la respuesta y la salvación que Dios nos da, que surge un deseo genuino y natural de alabarlo!, los cambios serán tan evidentes, que los que te rodean se darán cuenta, por eso dice “…Verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová” (Salmos 40:3); una victoria de fe, es bien reconocida por los demás y podrás dar testimonio no sólo de tu victoria, sino de cómo otros también pueden buscar a Dios para que Él también Se manifieste en sus vidas. 

 

Si hay alguna situación que esté pasando en tu vida y has clamado a Dios, te animo a esperar pacientemente en Él, quien pronto Se manifestará sorprendiéndote con bendiciones que no te imaginabas, ¡Dios ama a Sus hijos y los que Le aman verán Sus grandes misericordias manifestadas en sus vidas! 

 

¡Que tu vida sea de inspiración a los demás! y que tus derrotas momentáneas, sirvan para fortalecer a muchos. 


Pastor Nelson Reynaldo Pérez

Director Gral. Cinco E Internacional

www.cincoe.org







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