¿QUIERES SER SANADO?

 

Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?” Juan 5:6 

 

Desde pequeño aprendí que, mi única opción en la vida para tener una comunión con Dios, era aferrarme a las enseñanzas de la religión tradicional de mis padres. Me esforzaba sinceramente para que eso fuera una realidad en mi vida; pero, un día no planificado, alguien me explicó que la única persona que podía hacer posible que yo tuviera comunión perfecta con Dios, era El Señor Jesucristo. ¡Ese día tomé la decisión de recibirlo en mi corazón, lo cual me llenó de gozo! y desde ese momento cambió el rumbo de mi vida totalmente.  

Así como a mí, un día Jesucristo se le presentó a un paralítico que creía que solamente había una forma de curarse, pero Jesús lo sanó y le transformó la vida.  

Reflexionemos sobre esta hermosa historia que nos dejará lindas enseñanzas. 

I. ¿Quieres ser sano? (Juan 5:6). 

Este hombre estaba aferrado a que la única solución para su problema era entrar al agua primero, cuando llegara el ángel; tenía 38 años esperando esa oportunidad, siempre había alguien más listo que él y por eso estaba todavía enfermo. Jamás consideró la posibilidad de ser sanado de una forma diferente, hasta que se le apareció Cristo.  

Si tomamos en cuenta que, este hombre había permanecido 38 años esperando su oportunidad, estaba más que claro que él quería estar sano, o mejor dicho, “todos queremos estar sanos”; si esto es así, ¿por qué Jesús le hace la pregunta: quieres ser sano? Esta es una pregunta redundante, pero la verdad es que, muchas personas están enfermas porque quieren y no desean sanarse. ¡Para alcanzar sanidad, es necesario que una persona quiera sanarse!, pero algunas personas saben que están mal y, aun así, no quieren hacer nada para sanarse. 

 

¿quieres dejar de ser envidioso?, ¿quieres dejar de ser adúltero?, ¿quieres dejar de ser enojado?, ¿quieres dejar de ser celoso?, ¿quieres que Dios te salve de tu apatía?; ¿cuál sería tu respuesta a esta pregunta, si realmente quieres un cambio radical en tu vida?; o es que piensas “no creo que pueda cambiar porque se me adelanta otro cuando voy al agua”; a lo mejor has hecho intentos fallidos y ya decidisteis mejor aceptar tu “enfermedad” en lugar de “sanarte”.  

¿Cuáles son los problemas que ya te han vencido? Si Te has quedado atorado en un área de tu vida y ya no sigues luchando por un cambio, Jesús sabe tu condición y te pregunta ahora: ¿Quieres ser sanado?, ¿qué le responderás? 

Hay personas que se han embotado, están trabados en un problema desde hace años y no lo pueden resolver; este hombre no podía resolver su problema porque tenía un impedimento físico, probablemente era paralítico, porque cuando quería entrar al agua otro le ganaba, y esa era su explicación por la cual no podía sanarse. ¿Cuál es la tuya?, ¿cuál es tu “parálisis”?, ¿por qué no puedes superarte? La agenda de este hombre era igual a los demás días, pero Dios tenía una agenda diferente para él; ¡ese día, Jesús lo visitaría y lo sacaría de ese lugar para siempre!  

 

Es posible que un problema te haya vencido y ya tengas muchos años de estar en ello, ¡El Señor te dice: “¿quieres ser sano?”!, si tu respuesta es sí, entonces… 

 

II. Levántate, toma tu lecho y anda. “Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda” (Juan 5:8) 

 

¡“Levántate”!, ¡obedece la orden de Jesús!; inicia las primeras diligencias para resolver tu problema. Este hombre obedeció, y la obediencia a Jesús libera el poder de Dios. Dice La Biblia que cuando el hombre se levantó, al instante fue sanado; es decir, a medida que obedeces, la gracia de Dios se manifiesta en tu vida y el poder de Dios te fortalece para solucionar tu problema. 

 

¡“Toma tu lecho”!, ¡desarma la cama donde estabas acostado! Ya no la vas a utilizar; esa era la cama de un paralítico y tú ya no lo eres, sal de tu zona de confort. No sólo caminó por sí mismo, sino que también pudo cargar su propia cama; Jesús le asignó una responsabilidad y él la cumplió. ¡Para poder salir de nuestra condición tenemos que hacer algo!, ¡no lo pospongas, obedece y verás milagros en tu vida! 

 

¡“Anda”!; aunque otros no estén a tu favor, y aunque la voluntad de los demás esté en contra de la orden de Jesús, tú sigue adelante obedeciéndole y no te detengas; aunque era día de reposo, él tomó su lecho y caminó. Eso era considerado un trabajo, pero la orden se la dio Jesús; ahí la importancia de hacer lo que Dios dice y no lo que el hombre aprueba. Dios está buscando personas que crean en Él para liberarlos y mostrarles Su poder para que resuelvan sus problemas “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él” (2 Crónicas 16:9)Cuando andas, cambias de lugar; ahora puedes ayudar a otros, ¡Jesús ya no quiere que estés en el lugar de los enfermos, quiere que cambies de mentalidad! 

 

 

III. “Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor” (Juan 5:14). 

Luego “Jesús le dijo: “Mira, has sido sanado”; después de 38 años de no caminar, los músculos se atrofian y los huesos se deforman; pero este hombre estaba caminando por sí mismo, teniendo músculos regenerados, huesos alineados al instante y en completo equilibro. Jesús está haciendo énfasis en el milagro, ¡ya viste que sí se puede!; te das cuenta que un poder sobrenatural actuó en tu cuerpo, le está diciendo “Dios te sanó con un propósito y ahora… 

 

“no peques más” el poder de Dios se ha manifestado en tu vida, apártate del pecado para que no se te complique más todavía. Jesús sabía que un pecado había causado su problema, por falta de dominio propio, por no ser diligente, por no estar cerca de Dios, por no usar los recursos que Dios te ofrece para salir adelante, el pecado destruye a las personas… 

 

“Para que no te venga alguna cosa peor”. ¿Qué podría ser peor que 38 años en parálisis?, siendo una carga social y frustrado en la vida por no tener las habilidades de una persona normal. No hay duda que El Señor le está diciendo que, perder el alma es peor que estar paralítico por 38 años, y la muerte espiritual puede hacer que la persona pase en el infierno por la eternidad, así que no peques más. 

 

¡Dios está buscando personas en quien manifestar Su poder para sanarlas!; tú podrías ser una de ellas. ¡Levántate, toma tu lecho y anda! 


Pastor Nelson Reynaldo Pérez

Director Gral. Cinco E internacional

www.cincoe.org








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