BOGA MAR ADENTRO


“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar” Lucas 5:4


¿Alguna vez te ha pasado que, muy motivado te has trazado metas o has tratado de hacer algo, pero te salió bien?; ¿lo volviste a intentar y no volvió a salir como esperabas?, entonces, lejos de seguir luchando, desististe y te diste por vencido.


Este tipo de situaciones es la que causa ciertas frustraciones o traumas a las personas, como por ejemplo: 

  • Intentaste adelgazar y no pudiste; entonces ya te quedaste con ese sobre peso, y dices “es que mi familia es gordita, así somos todos”.
  • Tal vez el tipo de letra que tienes no es el mejor, pero crees que así es tu letra y no intentas mejorarla.
  • Hiciste el intento de tener una novia, entonces te le declaraste a una chica, pero te rechazó.  Desde esa vez, ya no volviste a intentar con otra, porque el rechazo te marcó.
  • Intentaste leer La Biblia en un año y no lo lograste, por eso, crees que no es posible o que es muy difícil.
  • Hiciste una pregunta en clase, pero los demás se burlaron de ti, entonces te volviste una persona callada y te da miedo hacer preguntas en público.
  • Te has puesto metas y no las lograste, por ello, crees que no vale la pena fijártelas, porque no ayuda en nada. 

¡Todo eso, da como resultado que estés caminando por la vida con muchas autolimitaciones!, las cuales, impiden que hagas la voluntad de Dios.


Veremos la gran lección que nuestro Señor Jesucristo le dará a Pedro en este pasaje bíblico; el cual, nos dará una línea para superar nuestras frustraciones. Para poder entender muy bien el contexto, primero lee el texto de esta reflexión: Lucas 5:1-11; en el que se dan algunas frases que quiero enfatizar:


I. LAVABAN SUS REDES. “Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes” (Lucas 5:2). Los pescadores estaban lavando sus redes con frustración, ya que habían estado toda la noche trabajando, pero el resultado había sido un verdadero fracaso, pues no habían pescado nada. Lo que estaban haciendo era nada más lavar las redes, ya no iban a seguir intentando, porque a lo mejor, pensaban que no había peces, o por alguna razón, se fueron.

A veces podemos encontrar a padres frustrados porque sus hijos aún no llegan a los pies de Cristo; esposos preocupados porque su pareja no tiene temor de Dios; hermanos preocupados porque no consiguen un empleo; otros, que ya tienen tiempo y no sanan de una enfermedad; jóvenes que pasan el tiempo y no tienen novio o novia. 

Es posible que esa sensación de fracaso esté rondando en nuestra vida y lo que estamos haciendo es “lavando nuestras redes”, pero esto no es la voluntad de Dios. ¡Él tiene la intención de que superes estas autolimitaciones!


II. BOGA MAR ADENTRO Y ECHAD VUESTRAS REDES PARA PESCAR. Esto implica dejar a un lado tu criterio personal o frustración; darle espacio a La Palabra de Dios. Estamos hablando de “meterte más adentro”, “que no te quedes en la orilla”; implica más esfuerzo, implica más trabajo; que dejes tu lugar de comodidad, es hacer algo diferente de lo que normalmente estás acostumbrado a hacer.


Mientras nuestro razonamiento hace que no nos sintamos mal, y nos justifica manteniéndonos en esa frustración; los discípulos a lo mejor pensaban: “para qué vamos a ir a pescar nuevamente si ya trabajamos toda la noche y además, estamos cansados”; uno de ellos probablemente pensó: “yo sé mucho más acerca de la pesca que este carpintero, la mejor pesca es por la noche, no en el día; además, con tanta gente acá ya espantaron a los peces; incluso, ya lavamos las redes”.  De la misma manera, muchas veces pensamos: “ya he hecho planes y metas para el año y no lo he logrado”, “ya he hecho intentos y no hay resultados”, “ya he tomado decisiones respecto a mi vida y no he logrado cambios”; pero, si seguimos escuchando esas voces internas, no vamos a ser transformados, lo único que hacemos es “lavar nuestras redes” por causa de los fracasos. Pero La Palabra de Dios dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia, reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas (Proverbios 3:5-6).


De manera que, aun cuando La Palabra de Dios te parezca absurda o contraria a tus razonamientos, es mejor hacer a un lado tu criterio personal y obedecer la instrucción divina. Justamente cuando Pedro decidió hacer a un lado sus pensamientos y dar lugar a la instrucción de Jesús, dijo: “Mas en tu palabra echaré la red”Esta expresión es el inicio del éxito en tu vida, esta vez ya no lo harás tú sólo, sino ¡en el Nombre de Jesús!; ya no es tu deseo, sino el deseo de Dios. ¡Si las metas son de Dios, Él te dará las fuerzas para alcanzarlas!, la gracia de Dios estará contigo. Puedes hacer a un lado tus criterios anteriores y volver a hacerlo, ¡pero en el Nombre de Dios! 

Él puede ayudarte por medio de Su Santo Espíritu o poner a tu disposición algún familiar o amigo para que te apoye.


III. EL RESULTADO ES SORPRENDENTE. Dios hará todo lo que sea necesario para alcanzar Su propósito en ti, eso es lo que dice Él en Su Palabra “Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos” (Salmos 138:8). ¡El resultado fue un verdadero milagro delante de sus ojos! (Lucas 5:6-11); encerraron gran cantidad de peces, su red se rompía; eran tantos los peces, que pidieron ayuda a otros pescadores y las barcas casi se hundían. Por causa de este milagro, el temor de Dios había invadido a Pedro y a los demás pescadores, “Pero Jesús dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron. Dios les dio un propósito a ellos pues los llamó a ser “pescadores de hombres”; el hacer las cosas conforme a la voluntad de Dios, les dio a estos pescadores una verdadera transformación, de tal manera, que dejaron sus trabajos, porque Dios orientó sus vidas con nuevos propósitos que traerían frutos eternos.


El Señor Jesucristo nos enseña en esta reflexión que Él puede tomar a una persona desde lo profundo de sus frustraciones y transformar su vida, de tal manera, que le da un nuevo rumbo.


Te animo a que “no laves tus redes”, sino, deja a un lado tus traumas y frustraciones; dile al Señor “en tu nombre echaré la red”, y prepárate para ver milagros en tu vida, ¡cuando tú estés dispuesto a hacer esto, Dios va a dar un nuevo sentido a tu vida y verás la bendición!



Pastor Nelson Reynaldo Pérez 

Director Gral. Cinco E Internacional

www.cincoe.org







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