LAS FIESTAS DE ISRAEL PREFIGURAN EL MINISTERIO DE JESÚS
“Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” 1 Corintios 5:7
Entre los cristianos hay diferentes apreciaciones en cuanto a las fiestas que Dios le dio a Su pueblo en el Pentateuco; el objetivo, era que las celebraran de una forma cíclica. Unos grupos simplemente desechan las fiestas judías y no le dan ninguna importancia diciendo que, “no tienen nada que ver con nosotros los cristianos”; otros grupos evangélicos se van al otro extremo, dándoles tanta importancia, que enseñan que la celebración de las mismas debe de continuarse hoy día; estos son los grupos mesiánicos.
Bíblicamente hablando, es necesario entender que, ni hay que desecharlas, ni hay que incorporarlas a nuestra actividad cristiana normal; sino que, hay que entender que Dios las dejó para que Su pueblo pusiera su fe en el Mesías prometido, al cual, representaban las fiestas y para que se dieran cuenta de los tiempos de Su venida. Además, fueron dejadas para que nosotros veamos cómo Dios había previsto en las fiestas el programa de la llegada del Mesías prometido.
En esta reflexión, tomaremos en cuenta las primeras 4 fiestas, las cuales, ya alcanzaron su propósito de ilustrar o representar la llegada de nuestro Señor Jesucristo como el Mesías prometido; y las otras 3, todavía están por cumplirse en los eventos del porvenir, con “La Segunda Venida de Cristo”.
I. LA FIESTA DE LA PASCUA. “En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová” (Levítico 23: 5). Su objetivo era celebrar la liberación que Dios había dado al pueblo de Israel, de la esclavitud que habían tenido en Egipto. Esta fiesta, fortalecía la fe de los Israelitas al estar recordando una vez al año que El Mesías prometido (Jesús), representado por el cordero sin mancha y sin defecto, iba a venir a morir para darnos la salvación y a liberarnos de la esclavitud del pecado; así que, cuando Jesús cumplió esta fiesta, dejó de tener significado y por eso, el mismo día que Él celebró la pascua con Sus discípulos, les dio una nueva ordenanza que se llama “La Cena del Señor”; por medio de la cual, nosotros estaríamos recordando que, El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, ya vino y murió en la cruz para darnos la salvación y la vida eterna.
Todos aquellos que han creído que Cristo murió por sus pecados en la cruz, han sido declarados justificados (Romanos 5:1); es decir, que la pena del pecado ya no tiene poder sobre ellos; “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados” (1 Pedro 2:24).
¿Te consideras una persona justificada por Cristo?
II. LA FIESTA DE LOS PANES SIN LEVADURA. “Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura” (Levítico 23:6). En esta fiesta, se debería de comer sólo panes sin levadura, “Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas … “(Éxodo 12:19), “Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura (Éxodo 12:20); la levadura simboliza el pecado y la maldad; cuando dice que no debe de hallarse levadura en las casas, está hablando de sacar el pecado de nuestras vidas, no debe de haber ninguna habitación en la cual se coma con levadura.
¡Es necesario entender que, el venir a Cristo es una llamado a la santificación!, y que no puedes acomodar a Dios a tu vida, sino, conformarte tú al llamado de santidad que Dios te ha hecho, pues bien claro dice La Biblia “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:7).
“Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad” (1 Corintios 5:7-8). Es necesario que pienses en el estilo de vida que llevas, y que te preguntes sinceramente ¿Estoy agradando a Dios o sólo a mí mismo?
¡Hoy puede ser el día en el que inicias un renacer espiritual en tu comunión con Dios!
III. LA FIESTA DE LAS PRIMICIAS. “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá” (Levítico 23:10-11). Esta fiesta, se celebraba después del día de reposo, es decir, el día domingo; y tenía el propósito de presentar a Dios por medio de los sacerdotes una gavilla o manojo de espigas de cebada como el primer fruto de la cosecha.
El cumplimiento de esta fiesta se da en la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” (1 Corintios 15:20-23); Jesús es el primogénito de entre los muertos “y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia” (Colosenses 1:18).
Todos los que resucitaron antes de Él, volvieron a morir y están esperando la resurrección definitiva, pero Cristo resucitó en cuerpo glorificado para nunca más ver la muerte, “sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere” (Romanos 6:9). Pablo nos explica que, así como inicia el grano en su gavilla, pronto vendrá el resto de la cosecha, y Él es la garantía de nuestra resurrección.
IV. FIESTA DE PENTECOSTÉS O FIESTA DE LAS COSECHAS. “Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová” (Levítico 23:15-16); Pentecostés significa cincuenta, de manera que, esta fiesta se celebra cincuenta días después de la fiesta de las primicias. El propósito era presentar a Dios los primeros panes producto del nuevo trigo; se cumplió con la llegada del Espíritu Santo y con el surgimiento de la iglesia como la cosecha nacida de la verdadera pascua, que es Cristo Jesús; la cual, se encargaría de repartir la semilla de la fe con poder en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de ella tierra (Hechos 1:8) Dios les daría un poder tal, que serían capaces de predicar el Evangelio mostrando sus vidas transformadas por medio del Espíritu Santo. ¡Desde aquel día hasta hoy, se ha levantado una gran cosecha que representa la iglesia de Jesucristo!
¿Crees ser parte de esta gran cosecha?
¿Eres de los que están sembrando la semilla hasta lo último de la tierra?
¡Es hermoso poder ver el cumplimiento de las fiestas en la vida de Jesús!, y el establecimiento de un nuevo pacto, donde Dios pondría Su Espíritu en nuestros corazones y así, dar inicio al pacto de la gracia, para levantar a la iglesia, que es la novia de Cristo; de manera que, las fiestas fueron hechas por Dios para prefigurar el futuro ministerio de nuestro Señor Jesucristo.
Pastor Nelson Reynaldo Pérez
Director Gral. Cinco E Internacional
www.cincoe.org
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