LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO Y LA PREDICACIÓN
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” Hechos 1:8
Muchas cosas se han mencionado con respecto al “Día de Pentecostés”, algunos han interpretado mal las profecías que se habían anunciado con respecto a lo que sucedería en ese mismo día; por esa razón, este texto de Hechos 2 se ha vuelto muy escabroso y controversial; pero, en esta reflexión veremos el comentario que la misma Biblia tiene al respecto, y nos daremos cuenta del propósito que Dios tenía con este interesante evento que encontramos descrito en Su Palabra.
I. EL PROPÓSITO DE PENTECOSTÉS ERA PREDICAR LA PALABRA DE DIOS.
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8); el texto nos dice que, el propósito de recibir poder era para ser testigos; es decir, que ellos dieran testimonio, que predicaran el evangelio de la salvación de nuestro Señor Jesucristo, que ya no estuvieran recluidos, sino que expandieran el mensaje hasta llegar a todo el mundo.
A partir de ese momento, se abre la temporada de la predicación para hacer discípulos, los oyentes escuchaban en su propia lengua el evangelio de Jesucristo, “…les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios” (Hechos2:11). En cuanto vino el Espíritu Santo, inició la predicación; antes era Jesús quien predicaba y ahora ellos mismos eran testigos. Pedro, habiendo superado ya su falta de valor para identificarse con Cristo, puesto en pie con los doce, predica La Palabra de Dios, y da la oportunidad para que ellos expresaran su fe en Cristo, “Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Hechos 2:21).
II. EL PROFETA JOEL YA HABÍA ANUNCIADO QUE ESE DÍA SE PREDICARÍA LA PALABRA DE DIOS.
En Joel 2:28-29, que corresponde a los versículos de Hechos 2:17-18 se lee: “Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán”. ¡El propósito estaba muy claro!, ¡iban a profetizar la Palabra de Dios!; la venida del Espíritu Santo no era para impresionar con poder a la gente o para que hicieran milagros a diestra y siniestra, sino, todo era con el sentido de predicar el evangelio de Jesús.
¡Nuestro Señor Jesucristo preparó a los discípulos para predicar el Evangelio! Después de Su resurrección, les mandó que predicaran el Evangelio y cuando vino el Espíritu Santo era para que, desde ese momento, ¡sí prediquen el Evangelio!; ¡Dios es consecuente con Sus planes perfectos para la salvación del ser humano!
Lo que Dios quiere, es ofrecer salvación al hombre de los juicios venideros que se mencionan en los siguientes dos versículos: “Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto” (Hechos 2:19-20).
¡Dios quiere dar la oportunidad a las personas para que se arrepientan de sus pecados y reciban el perdón, la vida eterna y sean librados de esos juicios que vendrán antes de Su venida!
III. DIOS PROMUEVE LA PREDICACIÓN POR MEDIO DE VISIONES Y SUEÑOS.
“…Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños” (Hechos 2:17); veamos lo que quiere decir este texto: la palabra “profetizar” significa la proclamación de la mente y el consejo de Dios; es proclamar el mensaje recibido de Dios, así que ellos predicaban lo que habían recibido de Dios, como Él mismo les había dicho; “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20) ¡y fue esto justamente lo que Pedro hizo en ese mismo día!, se puso en pie y profetizó; habló de Jesús e hizo la invitación al arrepentimiento.
Para saber a qué se refiere la frase “Vuestros jóvenes verán visiones” buscaremos la palabra visión en el Nuevo Testamento y veremos de qué se trata. La palabra “visión” sólo se menciona seis veces después de Pentecostés.
A. Hechos 9:10-11, en este texto se encuentra la descripción de dos visiones, una es cuando Dios le habla a Ananías para que vaya y ministre a Pablo; la otra, es cuando Dios le explica a Pablo que llegará un hombre llamado Ananías, quien le impondrá las manos para que recobre la vista. Y Pablo, una vez ministrado por Ananías, se dedicó a la predicación, “En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que este era el Hijo de Dios” (Hechos 9:20).
B. Hechos 10:3:17, en esta historia, encontramos dos veces la palabra “visión”, una con Cornelio y otra con Pedro; se trata de que se predique el mensaje de salvación a los gentiles, “Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos” (Hechos 10:42).
C. Hechos 16:9, la quinta visión, es cuando Dios le muestra al apóstol Pablo la visión de un varón macedonio que tiene el propósito de invitarlo a predicar el Evangelio por primera vez a Europa.
D. Hechos 18:9, la sexta y última vez que aparece esta palabra en La Biblia, es cuando Dios le da palabras de ánimo a Pablo para que siga predicando el Evangelio en la ciudad de Corinto, “Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios” (Hechos 18:9-11).
¡Todas las visiones que profetizó Joel son para predicar el Evangelio!, ¡para proclamar el mensaje de Cristo y no para dar visiones sin sentido a la gente!
¿Cuál es tu visión para proclamar el Evangelio?
¡El Espíritu Santo llegó a tu corazón para darte el poder; para que seas Su testigo, para que prediques el Evangelio y hagas discípulos!, ¿qué estás haciendo al respecto?
¡Dios quiere que compartas el gozo de tener a Cristo con los que amas!, ¡que no limites el poderoso Evangelio que puede salvar muchas vidas!
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