CÓMO RESPLANDECER EN UNA GENERACIÓN MALIGNA Y PERVERSA
“Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” Filipenses 2:15
¡El amor del apóstol Pablo por los hermanos de Filipos era tan grande!, que aun estando en la cárcel, tenía la carga de velar por la vida espiritual de sus discípulos. Pablo estaba consciente que vivían en medio de una generación maligna y perversa; y con el objetivo de que ellos fueran luminarias que resplandecen en medio de esta mala generación, les dio 3 consejos en Filipenses 2:12-18.
¡Estos consejos son de gran importancia también para nosotros!, ya que, nuestra generación es todavía más maligna y perversa que la de aquellos tiempos.
Veamos cuales son estos consejos:
I. OCUPAOS EN VUESTRA SALVACIÓN CON TEMOR Y TEMBLOR. “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12)
Es muy bonito el ejemplo que vemos en el apóstol Pablo, cuando dice: “Como siempre habéis obedecido”; disponiendo de esta manera el corazón de ellos para obedecer los consejos que les dará aún en su ausencia.
Con este consejo, no les está diciendo que tienen que ganarse la salvación, ya que anteriormente les ha dicho que son santos, “Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos…” (Filipenses 1:1); en este consejo, más bien les está pidiendo que se esfuercen por cuidar su vida espiritual, de manera que continúen en el proceso de transformación, y les dice también: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2.13). Pablo les explica por qué deben de cuidar de su salvación.
- Dios te da el querer: La palabra “querer” significa: desear, alcanzar, propósito; es una determinación, de manera que, si tú pudieras hacer algo para mejorar tu vida espiritual, ¿qué sería?; probablemente piensas: “yo antes disfrutaba leer la Biblia y he dejado de hacerlo”, “yo antes hacia mis devocionales, pero ya no los hago”, “antes daba mi diezmo, ahora no lo doy”, “quisiera mejorar mi vida de oración…”
¿Qué crees que necesitas hacer para ser un mejor cristiano?
¿Cuándo fue la última vez que le hablaste de Cristo a una persona?, a lo mejor, lo primero que tienes que hacer es pedirle perdón a Dios por el estilo de vida que has estado llevando y porque te has apartado de Él.
¡Toma la decisión, si realmente lo deseas!, ¡hazte el firme propósito; dile a Dios lo que quieres hacer!, pues, así como Dios puso el querer en ti, también te dará el poder para hacerlo.
- Dios te da el hacer: la palabra en griego denota una obra en acción, el verbo está en participio presente; es decir, que ya se está invirtiendo energía en realizar el propósito deseado; dejó de ser un proyecto teórico y se volvió en una obra en proceso.
II. HACED TODO SIN MURMURACIONES Y CONTIENDAS.
“Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 1:14-15).
Murmuración, según la RAE, significa “conversación en perjuicio de
un ausente”. Es hablar mal de una persona que no está presente, con la intención de dañarlo. También se refiere a quejarse; “El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos” (Proverbios 16:28), “Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas” (Proverbios 18:8). La murmuración fue uno de los pecados más graves del pueblo de Israel cuando andaban en el desierto, las murmuraciones estaban dirigidas contra el liderazgo que Dios había puesto, por esto mismo, hubo muchos muertos; “Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor” (1 Corintios 10:10). La murmuración destruye y divide, es una de las principales armas del enemigo para dañar la Iglesia y la familia.
Contiendas, se refiere a que no debemos de discutir por opiniones o ideas; así mismo, le aconseja a Timoteo lo siguiente: “Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes” (2 Timoteo 2:14). En todos los lugares en los cuales nos movemos, debemos evitar las contiendas o discusiones, especialmente en la casa y en la Iglesia.
El propósito de evitar las murmuraciones y contiendas es para que los cristianos seamos irreprensibles y sencillos; hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual, resplandecéis como luminares en el mundo. Debemos demostrar a los que nos rodean que somos diferentes, aún con nuestros problemas, somos diferentes. No importa la vida que hayas llevado sin Cristo, ahora que estas con Él, te dará el tiempo para demostrar a los demás que ya no eres el mismo de antes.
III. ASIDOS DE LA PALABRA DE VIDA.
“Asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo” (Filipenses 2:16-18).
El estar buscando constantemente La Palabra de Dios y aferrarnos a Ella como una norma absoluta en nuestra vida diaria, es un gran capital para el creyente. Es agradable ir a comer a restaurantes y disfrutar deliciosas comidas; pero, es mejor preparar nuestros propios alimentos en casa. De la misma manera, nosotros debemos depender de nuestro “alimento diario” preparado por nosotros mismos, teniendo nuestro tiempo a solas con Dios y viviendo conforme a lo que Dios nos vaya hablando por medio de Su Espíritu Santo.
El propósito de esto, era que Pablo pudiera estar seguro y feliz de haber hecho bien la obra que Dios le había encomendado; por eso, el apóstol Juan decía: “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad” (3 de Juan 1:4).
¿Eres tú un motivo de gozo para la persona que te llevó a Cristo?,
Si tú te ocupas en tu crecimiento espiritual, haces las cosas sin murmuraciones y contiendas, y vives aferrado a La Palabra de Dios, estás listo para ser “luz” en medio de esta generación que nos ha tocado vivir, caracterizada por la maldad y la depravación.
¿Estarías dispuesto a hacer cambios en tu vida para obedecer estos consejos de Pablo?
¡Que la gracia de Dios este contigo y tengas muchas victorias en Cristo!
Pastor Nelson Reynaldo Pérez
Director Gral. Cinco E Internacional
www.cincoe.org
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