EPAFRODITO, EL SIERVO DE DIOS QUE TODOS NECESITAN

“Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él” Filipenses 2:29

Dios había puesto un interés especial en la vida del apóstol Pablo, para cuidar de las iglesias que había establecido. Pero, estando en la cárcel no tenía la libertad de viajar, por eso, quiso enviar a su discípulo Timoteo a la iglesia de Filipos para servir y conocer de primera mano la salud espiritual de los hermanos, ya que, con la visita de Epafrodito, se había enterado de algunos asuntos que era necesario resolver en la Iglesia.

Debido a la salud de Epafrodito, Pablo vio la necesidad de enviarlo a él primero para que los hermanos estuvieran alegres de recibirlo y lo vieran con buena salud, ya que estaban preocupados por la enfermedad que había tenido.

Nuestra reflexión está basada en esta historia interesante que nos deja lindas enseñanzas.

I. ¿Quién era Epafrodito?

Este personaje se menciona solo dos veces en La Biblia, ambas en el libro de Filipenses. Originario de Filipos y al parecer, se convirtió bajo el ministerio de Pablo en uno de sus viajes misioneros. Llegó a ser un líder en la iglesia de Filipos; la pregunta de ¿quién era?, nos la responde el apóstol Pablo en el siguiente texto: “Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades” (Filipenses 2:25).

Analicemos cada una de estas características:

A.“Epafrodito”. El significado de su nombre es: amable o amoroso; aunque etimológicamente el nombre Epafrodito significa dedicado a Afrodita (o Venus). Esto nos habla de su origen griego y que, muy probablemente antes de conocer a Cristo estuvo involucrado en el culto a Afrodita por voluntad de sus padres.

Afrodita era la diosa griega del amor, la lujuria, la atracción física y el sexo; esta diosa recibía gran atención y se le ofrecían todo tipo de cultos a lo largo y ancho del Mediterráneo; lo interesante de esto es que, Epafrodito no tuvo que cambiarse el nombre, pues, aunque estaba dedicado a Afrodita, a quien realmente servía era a Cristo, pues Él le había sacado de todas estas prácticas idolátricas dándole libertad y sanidad en las áreas donde esta diosa tenía sus influencias.

B.“Mi hermano”. Pablo dice que Epafrodito es su hermano, dándole honra al llamarle “hermano”; esto es que ambos tienen el mismo Padre, Dios, ambos son hermanos en la fe. Nos habla de una verdadera conversión a Cristo.

C.“Mi colaborador”. Pablo utiliza este término en el Nuevo Testamento para referirse a aquellas personas que trabajaban con él, en la proclamación del Evangelio; aquellos que de una u otra forma le ayudaban en el ministerio que Dios le había encomendado.

D.“Mi compañero de milicia”. Es posible que Epafrodito haya sufrido persecución, pruebas y hasta encarcelamientos por la causa del Evangelio, y también, por ayudar a Pablo en la labor misionera. Es importante para un líder saber que cuentas con ese compañero de milicia que no te va a dejar, ni te va a decir “no”; por el contrario, te dirá: ¡sí claro!, ¡con gusto te apoyo!; es esa persona que siempre está dispuesta a echarte la mano y que, cuando emprendes un proyecto para el Señor, no te va a dejar solo.

¡Es hermoso tener “Epafroditos” en el ministerio!

¿Cómo apoyas tú a los siervos de Dios que están en el ministerio?

¿Crees que cuentan contigo?; ¡Sin “Epafroditos”, el ministerio no se desarrolla!

E. “Vuestro mensajero”. Epafrodito fue un mensajero, pues la iglesia de Filipos lo envió para entregar una ofrenda muy generosa a Pablo, por eso Pablo dice: “Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios” (Filipenses 4:18).

Ser mensajero en aquellos tiempos no era fácil, pues las distancias eran grandes y los peligros en el camino eran abundantes. ¡Realmente se requería de mucha fe y amor por parte de Pablo para realizar semejante tarea!, pero, ¡cuando es la voluntad de Dios, Sus ángeles nos acompañan en el camino para completar la obra!

F. “Ministrador de mis necesidades”. En este contexto, Epafrodito está funcionando como servidor a Pablo de parte de la iglesia de Filipos. En primer lugar, para proveerle económicamente al entregarle la ofrenda que llevaba de parte de la Iglesia; en segundo lugar, se quedaría un tiempo para ayudar con las necesidades de Pablo, pues en la cárcel romana los reos no eran alimentados por el gobierno, y si los familiares o amigos no les proveían alimentos, los reos morían de hambre.

II. ¿Qué le sucedió a Epafrodito?

El apóstol Pablo nos describe el incidente que tuvo cuando estuvo con él: “Porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza” (Filipenses 2:26-27).

Al parecer, Epafrodito tardó en regresar a los hermanos que lo habían enviado; ellos escucharon que había enfermado gravemente y estaban muy tristes, esta era la razón por la cual Pablo se vio en la necesidad de enviarlo de nuevo a Filipos, para que se dieran cuenta que ya había superado su enfermedad.

Pablo escribe que la enfermedad que tuvo Epafrodito lo llevó al borde de la muerte; no sabemos qué tipo de enfermedad era la que tenía, aquí surge la pregunta ¿por qué el apóstol Pablo no lo sanó?, pues leemos en otras partes de La Biblia la manera en que Pablo sanaba a las personas y a un siervo de Dios como Epafrodito, a quien él amaba, estoy seguro que deseaba sanarlo con todo su corazón. A lo mejor oraron varias veces para que se curara, pero no pasó nada; es más, casi se moría.

La Biblia dice que antes, con sólo los paños o delantales de Pablo que llevaran a los enfermos, estos eran sanados (Hechos 19:11-12). También Pablo oraba e imponía las manos a los enfermos y estos inmediatamente se curaban (Hechos 28:8-9), pero esta vez, con Epafrodito lo único que él pudo ver fue la misericordia de Dios en sus vidas, porque finalmente sanó a Epafrodito.

Es evidente que Pablo ya no tenía la habilidad de sanar a voluntad, pues Dios había usado este don para establecer el ministerio, de manera que, él estaba como nosotros ahora, que oramos por los enfermos y apelamos a la misericordia de Dios. Una vez que Epafrodito estuvo sano por la misericordia de Dios, prontamente lo envió hacia Filipos; esto fue un gran alivio para Pablo, pues los filipenses lo recibirían sano y salvo, tal como lo habían enviado.

III. ¿Cómo debe de ser recibido Epafrodito en la iglesia?

Después del viaje misionero de Epafrodito, el apóstol Pablo les dice a los hermanos de la Iglesia cómo deberían de recibirlo, “Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí” (Filipenses 2:28-30”).

“Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo”, definitivamente la llegada de Epafrodito a la Iglesia fue una gran fiesta que nadie se quería perder, alabanzas, cantos, oración, comida y acciones de gracias serían dadas en esa reunión. Todos querían escuchar las historias que les contaría acerca del viaje y de cómo estaba el apóstol Pablo; ¡un gran gozo se manifestaría ese día de la llegada de Epafrodito!

“Tened en estima a los que son como él”. La palabra “ESTIMA”significa muy valioso, muy apreciado, muy distinguido, de gran honor; y todos esos calificativos por los riesgos que tomó exponiendo su vida por amor al Señor. Eso fue como una graduación para él, la vida de Epafrodito ya no fue la misma después de ese viaje, ya que las palabras de Pablo le habían dado un gran honor delante de los demás.

¡Servir a Dios no es fácil, pero cuando se hace con amor y fe trae grandes recompensas!

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” Hebreos 6:10.

Pastor Nelson Reynaldo Pérez

Director Gral. Cinco E Internacional

www.cincoe.org