¿PUEDE UN NIÑO SER ESPIRITUAL?


“Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel” Lucas 1:80

Uno de los sueños de una persona que va a tener un hijo es poder disfrutarlo; luego de su nacimiento, el verlo desarrollarse, y a medida va creciendo, jugar con él, platicar con él, mostrarle sus habilidades,  disfrutar sus logros académicos, verle formar una familia, etc; pero, los padres de Juan el Bautista, Zacarías y Elisabet, eran ancianos; y, por alguna razón, el niño se desarrolló en lugares desiertos, apartado de sus padres, mientras era preparado por Dios para la gran obra que tenía que realizar: “preparar el camino del Señor”.

Vamos a ver cómo Juan el Bautista se preparó espiritualmente, para desarrollar el propósito de su vida.

I. JUAN EL BAUTISTA SE FORMÓ ESPIRITUALMENTE DESDE NIÑO.

La niñez de Juan el Bautista fue simplemente extraordinaria y desafiante, comenzando desde sus primeros meses de vida, porque cuando María llegó a visitar a Elisabet, tan pronto escuchó el saludo de María, dice La Biblia que el niño saltó en su vientre y Elisabet fue llena del Espíritu Santo (Lucas 1:39-44); ¡este fue el primer encuentro que Juan el Bautista tuvo con Jesús! Acá surgen algunas preguntas a las cuales no podemos dar una respuesta fácil 

    • ¿Cómo supo que era Jesús? 

    • ¿Cómo un ser de 6 meses, puede identificar a otro que apenas estaba en su etapa inicial de gestación? 

    • ¿Hubo alguna comunicación entre ellos?  

    ¡Este fue su primer encuentro con el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!; ¡qué alegría haber conocido a Aquel que era la causa de su existencia!, y según La Palabra De Dios, no tenemos evidencia de que Juan el Bautista y Jesús se hayan encontrado nuevamente, sino, hasta que Juan bautizó a Jesús en el río Jordán “Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo” (Juan 1:33). El texto dice que no le conocía y aprendemos algo más en este pasaje, que Dios le hablaba a Juan directamente, dándole la dirección necesaria para cumplir su ministerio.

    • ¿Cómo te guía Dios en tu vida?

    • ¿Te está hablando Dios a ti?

      La Palabra de Dios nos da una información que nos puede ayudar a entender cómo Juan pudo captar la presencia de Jesús “porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre” (Lucas 1:15). Cuando leemos que Juan era lleno del Espíritu Santo, aun estando en el vientre de su madre, podemos entender que era el Espíritu de Dios que le dio la capacidad de reconocer la presencia de Jesús; ¡cuando Dios está presente, nuestras vidas cambian!, ¡cuando Jesús se identificó con los soldados, estos cayeron al suelo!, ¡qué fuerte es la presencia de Dios!; “Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra” (Juan 18:6). 

    • ¿Sabes cómo estar en la presencia de Dios?

    • ¿Cómo respondes tú a la presencia de Dios?

    • ¡Dios quiere que tú estés en Su presencia todos los días para darte a conocer Su voluntad!

Otro detalle impresionante de Juan el Bautista es que, desde pequeño, la mano de Dios estaba con él,  “Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él” (Lucas 1:66) 

¡Si el Espíritu de Dios es quien guía tu vida, es fácil entender que la mano de Dios esté contigo!, lo que significa que, ¡cuentas con la protección de Dios, con Su provisión, con Su dirección y con Su gracia! ¡Esto es todo lo que tú necesitas para alcanzar el éxito en tu vida! Dios no le dio a Juan el Bautista algo que tú no puedas tener; pues no depende de Dios, sino, de ti el ser lleno del Espíritu Santo y que Su mano poderosa está contigo.

II. JUAN EL BAUTISTA FUE UN PROFETA DEL ALTÍSIMO.

“Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón de sus pecados” (Lucas 1:76-77). Esto significa que Dios se comunicaba con Juan y él daba a conocer La Palabra de Dios al pueblo. 

Juan fue un profeta que, proclamó la venida del reino de los cielos, la misericordia de Dios, anunció el bautismo del Espíritu Santo y enseñó a los hombres cómo dejar sus pecados para alcanzar la salvación de su alma. Juan constantemente estuvo proclamando el mensaje del arrepentimiento, y Jesús lo llamó el mayor profeta que jamás haya aparecido en el mundo; tuvo el honor de ser el último y más grande profeta del Antiguo Testamento y el primero del nuevo Testamento.

Este título dado por Dios, le dio una gran dignidad, que le sirvió para soportar los rechazos debido a la naturaleza de su ministerio.

III. JUAN EL BAUTISTA CRECÍA Y SE FORTALECÍA EN ESPÍRITU.

“Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel” (Lucas 1:80). El crecimiento físico del niño iba de la mano con un fortalecimiento de su vida espiritual.

El fortalecimiento espiritual, es una instrucción que aparece en La Palabra de Dios para cada uno de Sus hijos, “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10).

    • ¿Cómo espera Dios que nosotros seamos fortalecidos?, el fortalecimiento espiritual viene por ser llenos del Espíritu Santo, por leer y estudiar las Escrituras, orientar nuestro corazón en obediencia a Su Palabra y alabarlo. Es esto precisamente lo que hacía Juan el Bautista en su vida; él tenía un fuerte compromiso con La Palabra de Dios, cuando le preguntaban ¿quién era? él decía: “Soy una voz que clama en el desierto” dando a entender que era el profeta del que hablaba Isaías.

Los niños tienen una muy buena capacidad de aprendizaje y cuentan con una fe increíble, tienen muchas ventajas en comparación con un adulto, no es en vano lo que dijo Jesús, que fuéramos como niños para entrar en el reino de los cielos; pueden ser espirituales y llenos del Espíritu Santo, como lo fue Juan el Bautista (Lucas 1:15). 

¡No hay manera de fortalecerse en espíritu sin La Palabra de Dios!, así que Juan estuvo recibiendo formación bíblica desde pequeño. 

    • ¿En qué está basada tu fortaleza espiritual? 

    • ¿Cuál es tu compromiso con La Palabra de Dios?

Pastor Nelson Reynaldo Pérez

Director Gral. Cinco E Internacional

www.cincoe.org



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